jueves, 29 de marzo de 2012

Agricultura y cambio climático



Ayer y hoy ha llovido fuerte en San Agustin Etla, Oaxaca, ubicado al norte de la capital de ese estado, a unos 17 km. Estas lluvias fuera de los registros del clima de los ultimas décadas no me hacen pensar en otra cosa que en el cambio climático y sus efectos en la agricultura, en particular en la agricultura de pequeña escala y de autoconsumo, que es mi área de trabajo. Las lluvias de estos días han venido a alegrar mi maíz que tengo sembrado en el jardín, pues solo le pongo el agua mínima y en las horas de mucho calor sus hojas mostraban falta de agua.  

El cambio en el clima podrá afectar de varias maneras la producción de alimentos a cielo abierto. Los dos fenómenos que afectarían más serían la falta de lluvias en los periodos normales y las temperaturas bajas en momentos en los que la planta no las resiste.  En el caso de los Valles de Oaxaca  llueve normalmente entre junio y septiembre. La temporada de temperaturas bajas inicia a partir de Noviembre. Que es lo van a tener que hacer los agricultores para adaptarse a esos cambios. Las recomendaciones y las acciones que ya debemos empezar a hacer son:

1) Guardar semilla extra en casa. Cada agricultor debería tener al menos la cantidad necesaria para volver a sembrar su parcela en caso de que no coseche nada. Por ejemplo, si siembra una hectárea de maíz y media de frijol, deberá tener al menos 25 kilos de semilla de la primera y 10 kilos de la segunda.

2) Seguir sembrando en las fechas establecidas y definidas por las temperaturas y la temporada de lluvias, pero tener una reserva de agua, incluso en los tiempos de lluvias. En las zonas de ladera esto se podría solucionar con pequeñas obras de captación de agua y las zonas con acceso a agua del subsuelo no hay tanto problema en el almacenamiento, pero se debe mejorar la eficiencia del riego. En este sentido se deben buscar opciones baratas y efectivas, por ejemplo cintas de goteo y una bomba de la potencia adecuada podrán salvar la cosecha en caso de que deje de llover de forma repentina.

3) Seguir utilizando o rescatar las variedades precoces, éstas pueden sembrarse en caso de una perdida de la siembra al inicio del ciclo o también se pueden sembrar en combinación con variedades más tardías. Así aseguraremos una producción mínima.

4)  Estar atentos a los pronósticos del clima y tomar decisiones inmediatas para reducir los efectos adversos de dichos fenómenos.

La agricultura siempre ha sido una actividad de mucho riesgo, ahora ese riesgo e incertidumbre va a aumentar, por tal razón se deberán tomar otras medidas y se tendrá que estar siempre atento y pensar que lo que nos enseñaron los abuelos acerca de los tiempos y el comportamiento del clima ahora puede que ya no sea valido y tendremos que adaptarnos de una temporada a otra con cultivos de emergencia, variedades precoces, pequeños sistemas de riego, técnicas de conservación de agua, acolchados, cultivos intercalados, Etc. Hay muchas opciones, el futuro de la agricultura lo veo lleno de innovaciones y dinamismo, pero hay que tener cuidado con las falsas soluciones fáciles y basadas en el mecanicismo propuestas desde algunos sectores, principalmente desde la industria.