domingo, 8 de abril de 2012

Ideas para un buen atardecer


La mayoría de atardeceres pasan sin que nos demos cuenta. Ya sea porque no les damos la atención necesaria o porque en el lugar en donde nos encontramos no ocurren ocasos dignos de admiración. Sea cual sea la razón, el atardecer es un momento especial del día y puede ser maravillo si nos encontramos en el lugar y en momento que nos permita disfrutar de él.

Lo que más me atrae de los atardeceres son los colores de las nubes y el cielo, la sucesión de tonos llama mi atención. Para ver colores dignos de admiración debe haber partículas de polvo o aerosoles que muestren dichos colores cuando la luz del sol los atraviesa y éstos por sus propiedades creen diferentes fenómenos ópticos. Aunque un atardecer en un cielo limpio también es interesante al ver como cambia la iluminación desde el horizonte al ocultarse el sol.

La parte más interesante del atardecer inicia cuando el sol se oculta en nuestro horizonte. A partir de allí y en los siguientes 15 minutos sucederán los colores que nos emocionarán y nos darán un buen momento. Por eso les recomiendo ponerse cómodos a partir de ese instante. En particular a mi me gustan los atardecer con nubes entre mi posición y el horizonte, pero con una rendija entre el horizonte y la masa de nubes. Si las nubes son de diferente densidad y tipo nos darán un cielo con múltiples tonalidades, pero una colcha de nubes homogénea también es impactante porque veremos como toda se tiñe de forma continua desde el punto donde se metió el sol.

Prefiero acompañar los atardeceres con un vaso de agua y con alguien a mi lado. Pero también me gustan con un trago de mezcal y solo. Otro estilo de servirlo es con una cerveza fría y con un amate (femenino o masculino según sean sus preferencias) y ya sea real o ficticio.

En el Internet las imágenes que más abundan son los atardeceres en la playa, pero estos no son siempre los mejores, aunque el polvo de las playas y la sal del mar pueden dar colores buenos. Los atardeceres de montañas también son dignos, en particular porque tenemos un horizonte irregular y la luz puede atravesar por ciertos puertos e iluminar las nubes en algunas áreas dando efectos diversos. Los atardeceres desérticos con tolvaneras nos darán un cielo de fuego, rojo o anaranjado por unos instantes, es digno de ver y por un momentito olvidar que el cielo es azul.

Si se puede, debemos voltear al lado contrario donde se pone el sol. Allí pueden mostrarse otros colores sobre las nubes, en especial en tiempo de lluvias cuando hay esas grandes nubes blancas que los meteorólogos llaman cúmulos de formación ascendente. Aún no se ha trabajado una clasificación de atardeceres, sería interesante platicar de cómo son los atardeceres en a cada latitud y en cada altitud y en cada calidad de aire. Bueno por lo mientras les dejo que pasó en Oaxaca, hace unos días.